La energía solar es aquella que se obtiene a partir del sol en forma de radiación electromagnética (luz, calor y rayos ultravioleta). Mediante la instalación de paneles solares, se puede utilizar para generar electricidad (sistema fotovoltaico). Este tipo de energía solar funciona por medio de un sistema fotovoltaico. Se trata de una instalación que produce electricidad utilizando módulos fotovoltaicos, los cuales son capaces de transformar la radiación solar directamente en energía eléctrica. Los paneles solares contienen células fotovoltaicas que, al recibir la luz de forma directa, se ionizan y liberan electrones que al interactuar entre sí generan corriente eléctrica. Cuando las placas fotovoltaicas reciben la luz del sol, los electrones comienzan a moverse dentro de las células solares, lo que produce electricidad continua. Los circuitos dentro de las células fotovoltaicas recogen esa energía para que pueda ser utilizada. Es aquí donde entra en juego el inversor solar; Cuando los paneles solares recogen la luz solar y la convierten en energía, ésta se envía al inversor, que recibe la electricidad de corriente continua y la convierte en corriente alterna. En todos los equipos solares, los diferentes componentes han de guardar relación entre ellos. Tanto los paneles, inversores y baterías (en el caso de utilizar) deben ser compatibles para poder montar un sistema de energía renovable funcionando eficaz y eficientemente. Para poder abastecer un invernadero y que el mismo funcione óptimamente debemos contar con: * Paneles solares de 355 a 700 Watt * Inversores de 12 a 60 Kw * Baterías con capacidad de almacenamiento de 100 a 300 Mah